sábado, 24 de marzo de 2012

¿Hacia dónde va la educación con respecto a las nuevas tecnologías?


Para comenzar este artículo deberemos de tener en cuenta cuál es la definición de “nuevas tecnologías”. Según Gilbert y otros (1992) las nuevas tecnologías son el conjunto de herramientas, soportes y canales para el tratamiento y acceso a la información. Así, podemos entender como nuevas tecnologías como los ordenadores y los programas informáticos que permiten el acceso a grandes cantidades de información

Las principales funciones de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación son tres: la función tradicional de instrumento para que los alumnos adquieran un nivel mínimo de conocimientos informáticos; la de apoyar y complementar contenidos curriculares; y, la de medio de interacción entre profesores y alumnos. 

Utilizadas en la educación, las nuevas tecnologías pueden producir efectos muy positivos en el aprendizaje. Algunos de los aspectos positivos de las nuevas tecnologías son la conexión con la sociedad, la actualización, la aplicación práctica, la función motivadora, el aumento de la participación y la interacción en clase, el aumento de la creatividad tanto de los alumnos como de los profesores.

El principal problema con el que nos encontramos es la analfabetización tecnológica: gran parte del profesorado desconoce muchos recursos y la utilización de los mismos. Además, en muchos centros hay una importante falta de equipamiento provocada por la situación económica y lo cual produce que los recursos de algunos centros estén desfasados. Por otra parte, se rompe la exigencia de que el profesor esté presente en el aula y tenga bajo su responsabilidad un único grupo de alumnos, lo que provoca la ruptura del aula como conjunto arquitectónico y cultural estable. De este modo, hay una menor relación directa entre alumnos y profesores. 

Otro aspecto negativo de las nuevas tecnologías es la pasividad del alumno en la recepción de mensajes: los alumnos disminuyen su atención y participación porque piensan que es una especie de juego. Además, si se abusa de un determinado recurso didáctico, las nuevas tecnologías pueden convertirse en algo monótono y rutinario, perdiéndose así el efecto novedoso de las mismas.

Para evitar estos aspectos negativos, es necesario obligar al profesorado a tener una alfabetización tecnológica (Beynon y MacKay, 1993), así como entender que el medio por sí mismo no hace de los estudiantes mejores aprendices, sino que sirve como metodología para mejorar el aprendizaje y fomentar la curiosidad y el interés por el estudio. Las nuevas tecnologías requieren, por tanto, un nuevo modelo de alumno, preocupado más por el proceso que por el producto y preparado para el autoaprendizaje

En conclusión, la llegada de las nuevas tecnologías significa una nueva era en la enseñanza (Pere Marquès), y por ello es necesario dotar a los futuros profesores y al Sistema Educativo de instrumentos generadores de cambio.


BIBLIOGRAFÍA:

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